Severalia Severalia Música
18 Abril 2024
 
 
La Cesta está vacía

¿Desea recibir novedades?

Subscríbase

Musica DVD's Libros Partituras  
CATALOGO     |     ESTILOS     |     NOVEDADES     |     OFERTAS

ANTONIO SOLER (1729-1783): 5 SONATAS INÉDITAS
LUIS RICOY (PIANO)



Sonata 134 (Andantino. Allegro. Minué). Sonata 135 (Cantabile. Allegro. Minué-Trio). Sonata 113 (Andante). Sonata 129 (Senza Tempo). Sonata 136 (Andante. Allegro molto. Andante. Minué. Allegro). Sonata 137 (Andante. Allegro. Minué. Andante). Sonata 130 (Cantabile). Sonata 138 (Entrada. Largo Allegro. Largo. Allegro)

 

 

Pocas veces existe la oportunidad de presentar un disco como éste, un registro en el que el pianista Luis Ricoy aborda la primera grabación mundial de cinco sonatas en varios movimientos de Antonio Soler. Por ello, antes de entrar en materia es de justicia hacer patente el apoyo financiero que la Fundación Antonio Camuñas ha prestado tanto a la edición de las 20 Sonatas (en transcripción de Enrique Igoa) que ha publicado la Editorial Piles, como a la grabación de este disco, que incluye varias de las sonatas de dicho volumen.

 

Antonio Soler (Olot, Cataluña, 1729 - El Escorial, Madrid, 1783) es, sin duda, uno de los nombres esenciales de la música española del siglo XVIII, si no el más importante, si observamos además la calidad del enorme corpus de música religiosa que también nos legó. Sus casi 140 sonatas (conservadas) constituyen la aportación más significativa al repertorio para teclado realizada por un compositor español, en un siglo que se abrió con la presencia (y la influencia más o menos evidente) del italiano Domenico Scarlatti, y en el que también destacan autores como Vicente Rodríguez Monllor, Sebastián Albero, Manuel Blasco de Nebra y el portugués Carlos Seixas.

 

El extraordinario interés de este disco radica en el hecho de que incluye la primera grabación de las Sonatas nº 134 a 138, que forman parte de la Obra 3ª, datada posiblemente en 1778, un conjunto de seis sonatas (una de ellas desaparecida) que Soler dedicó al Infante don Gabriel. Hay que recordar en este punto que la manida afirmación de que nuestro compositor fue el maestro de clave del Infante está totalmente equivocada. A la muerte en 1768 de José de Nebra (su primer profesor desde 1761), fue nombrado para esta labor Nicolás Conforto, quien desempeñó el cargo hasta la temprana muerte de don Gabriel en 1786, en primer lugar por residir en Madrid, al igual que la Corte. Soler era monje en el monasterio de El Escorial, por lo que sus encuentros con el Infante se limitaban a la temporada de otoño que la Corte pasaba en dicha localidad. A partir de 1773 se iniciaron los contactos entre Soler y el Infante, y las consecuencias fueron obras como los 6 Conciertos para dos órganos, los 6 Quintetos para clave y cuarteto de cuerda (Obra 1ª) de 1776 y una serie de seis sonatas anuales en varios movimientos (Obras 2ª a 8ª) dedicadas a don Gabriel por Soler a partir de 1777.

 

Es necesario recordar también que muchas de las restantes sonatas de Soler (al igual que la mayoría de las sonatas ibéricas de su época) constaban de un único movimiento, aunque existen evidencias -por su colocación en los manuscritos- de la costumbre de agrupar en parejas sonatas en la misma tonalidad copiadas sucesivamente, algo que podríamos denominar sonata agrupada, donde el «primer movimiento» sería una sonata en tiempo lento o moderado y el «segundo movimiento» una sonata en tempo más rápido, siguiendo así el modelo italiano. Por ello, en este disco, Luis Ricoy no se ha limitado a la ya de por sí ingente tarea de grabar las mencionadas cinco sonatas «multimovimiento», sino que ha querido completarla con el primer registro de la Sonata agrupada 113-129, que incluye las numeradas individualmente como nº 113 y 129, pero que se encuentran una a continuación de la otra en el manuscrito y están en la misma tonalidad. Aunque ya existía grabación de ambas obras, nunca se habían presentado en pareja, sino en discos diferentes y sin mostrar su carácter agrupado. El disco se completa con la Sonata nº 130, publicada, al igual que la nº 129, en la mencionada edición de 20 Sonatas.

 

El instrumento adecuado para interpretar el repertorio de gran parte de la música para tecla ibérico del siglo XVIII constituye uno de los temas de discusión permanente entre los expertos, aunque cada día está más claro que la elección entre el clavicembalo, el fortepiano o incluso el órgano en aquella época era una mera cuestión de disponibilidad, tanto en los palacios como en las casas nobiliarias, y hasta el propio título de algunas obras editadas en España (José Teixidor: Sonata en Re M para clave y fortepiano) muestra la voluntad de que la obra pudiera ser comprada por los poseedores tanto de un clavicembalo como de un fortepiano. Por ello, una grabación más de las sonatas en versión pianística no puede sorprender a estas alturas a nadie, sino más bien añadir una nueva aproximación a la gran música del maestro de Olot.

 

Las Sonatas nº 134 a 138 constan de tres movimientos, uno moderado, uno más rápido y un minueto, aunque hay un par de excepciones, como veremos. El estilo es muy diferente al del Soler más difundido, que es siempre el más cercano a Scarlatti. En efecto, en estas sonatas nuestro compositor intenta acercarse al estilo entonces en boga en Viena o Londres, que él pudo conocer por las ediciones y copias que llegaban a la Corte de la música de autores como J. C. Bach o F. J. Haydn. Quizá el resultado no sea tan «redondo» como en otras obras anteriores, o quizá su temperamento se vea un tanto forzado en el estilo galante de las cortes europeas, pero no cabe duda de que este meritorio empeño por ofrecer al Infante una música de la más rabiosa modernidad nos ha procurado un corpus de obras que amplían notablemente el legado estilístico del músico y nos muestran su inquietud por buscar nuevos horizontes.  © Enrique Igoa

 

 

LUIS RICOY

 

Este disco, primer trabajo discográfico del pianista Luis Ricoy, da a conocer, como primicia, cinco sonatas inéditas del padre Antonio Soler.

La incorporación de esta música por primera vez al piano moderno revela la solvencia artística de este pianista, que se pone especialmente de manifiesto en un elaborado trabajo de ornamentación, alcanzando una creativa interpretación de gran expresividad.

 

Ricoy encauza esta música de complicada definición, en la que Soler deriva sorprendentemente hacia un clasicismo incipiente y de sesgo germánico su conocido estilo de obras anteriores, más ligero, fresco e italiano.

 

Luis Ricoy, premiado por el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, estudió con el maestro Alexander Sóbolev en el Conservatorio Tchaikovski de Moscú. Se ha formado con grandes pianistas como Lazar Berman, Alexis Weisenberg y Guillermo González.

 

Compagina su vocación docente con su carrera como concertista. Su amplio repertorio le ha llevado a tocar en importantes escenarios internacionales, como la Sala de las Columnas de Moscú o el Auditorio Nacional de Música de Madrid.

Volver
Copyright 2024 - Severalia Música